ACERCA de mi
Cristian Alejandro Morales Soto, nació en Providencia, santiago de Chile el 10 de julio de 1971, el menor de ocho hermanos, realizó su educación primaria en una escuela pública, donde de pequeño expresó su inquietud por la participación activa en proyectos de clase. Comenzó su educación secundaria en el Instituto Nacional, prestigiosa institución de educación pública chilena, donde por razones de adaptación tuvo que dejar.
En 1984 retoma su educación en el Liceo Darío Salas, es en este lugar donde empieza a desarrollar su afición por la música, el teatro, y las actividades sociales. En estos años de secundaria se unión a grupos políticos que luchaban por las demandas sociales, todo esto en el marco del gobierno dictatorial de Pinochet. Fue en estos años en que se aviva la llama de la justicia, y conoce realidades socioeconómicas distintas a las suya, la cual lo marcan profundamente.
El 1989 ingresa a la educación superior a estudiar Diseño Grafico, donde experimenta una fuerte lucha interior, una búsqueda del sentido de la vida que lo llevó a vivir los excesos de la vida universitaria. Es en este contexto que en 1991 escucha el mensaje del evangelio que cambiaría su vida para siempre.
Su historia cristiana se remonta a los primeros años de la década del 90 donde el hermano Cristian tuvo una experiencia con el Señor Jesucristo que cambiaría su vida para siempre,.desde sus inicios como creyente se dedicó a predicar y anunciar el mensaje del evangelio, a través del diseño gráfico,(profesión que estudio en la universidad) y la música.
Formado a los pies del ministerio del Obispo Christian Casanova (uno de los ministerios más influyentes de la década de los 80-90) tuvo la oportunidad de recibir formación misionera y ministerial de primer nivel que lo llevaron a recorrer Chile junto a un grupo de 40 jóvenes y la apertura de nuevos locales de predicación, en zonas muy conflictivas de Santiago, como lo es la Población La Victoria.
En 1997 contrae matrimonio con Cinthya Aranda, quien daría un importante aporte y cambio a la vida de este inquieto predicador. Juntos comenzaron a trabajar en la plantación de iglesia nuevas y en enero del 2000 se embarcan junto a sus primeros 2 hijos a Uruguay a servir en el campo misionero. En Julio del 2002 regresan a Chile colocándose automáticamente bajo la cobertura del ministerio del apóstol Billy Bunster. El llamado de Dios en la vida de este joven ministro lo ha llevado a cultivar un gran amor por las almas que aún no conocen al Señor, el cual los ha llevado a ministrar en distintas ciudades de Chile como en Uruguay con un fuerte énfasis en la proclamación de la salvación, el discipulado, la sanidad divina y la liberación.
En noviembre de 2003 el hermano Christian Morales es apartado y reconocido como evangelista bajo la cobertura del apóstol Billy Bunster. En Junio del 2004 se abrió un pequeño grupo de discipulado en la localidad de Quinta de Tilcoco, VI Región, Chile en donde fue enviado a ministrar junto a su familia. En enero de 2005 son reconocidos como pastores y son ungidos para la función pastoral al cual Dios los llamó. Desde ese momento y hasta septiembre de 2006 trabajaron en la sexta región.
En octubre de 2006 traslada su ministerio a su comuna de residencia Puente Alto para comenzar el desafío de evangelizar a los vecinos de su comunidad, y desarrollar la visión de congregaciones en los barrios del gran Santiago. Afines de 2006, junto a su esposa y unos hermanos, comienza a trabajar en el proyecto de fundar un nuevo ministerio, de esta manera nace lo que hoy conocemos como Iglesia MACC, inaugurando su primera reunión pública el 1° de abril de 2007, aparir de ese día se ha dedicado a la formación de discípulos, la edificación de la iglesia, y la activación de ministerios cristianos sociales, de adoración, entre otros. En junio de 2009, se integra a la unidad pastoral de puente alto, donde actualmente es el presidente de esa colectividad.
Durante los años 2005 y 2010, se desempeña como docente en el área de diseño grafico multimedia en las prestigiosas instituciones educacionales como DUOC UC, INACAP, Universidad Tecnológica de Chile y el Instituto ALPES; en los cuales participó de seminarios de comunicación.
El 16 de agosto de 2010, es reconocido como apóstol, por el presbiterio apostólico del Ministerio Internacional Casa del Padre, presidido por el Dr. Victor Alvarizares. La asignación apostólica incluye el cuidado de las iglesias bajo cobertura de CDP internacional y el desarrollo de redes de relación con iglesias y ministerios en el área de Suramérica.
El año 2011 retoma los viajes ministeriales, comenzando en julio con una gira por el sur de Chile que abarcó ciudades y pueblos de la novena y décima región; también visita periódicamente la ciudad de Calama, donde se encuentra CDP Calama, segunda región de Chile. En Noviembre de 2011, el apóstol Cristian Morales viaja a Portland Oregon, donde se encuentran las oficinas centrales de CDP, donde pasa 15 días enseñando y ministrando en 5 ciudades del Estado de Oregon, Noreste de Estados Unidos.
Actualmente está dedicado en tiempo completo al ministerio, desarrollando proyectos espirituales y sociales en pro del avance de la iglesia cristiana en Chile y el mundo.
Esta casado con Cinthya Aranda juntos tienen 4 hijos: Salvador Nazareo (14), Esperanza de Dios (12), Consuelo Angélica (10) y Paz Emilia (6), juntos sirven a Dios como una familia sacerdotal, y viven en la hermosa ciudad de Puente Alto.
COMO ME HICE CRISTIANO… mi testimonio personal
Por Cristian Morales
Desde los 14 años preguntas como ¿Quién soy yo? ¿Para qué vine al mundo? ¿Cuál es el sentido de mi nacimiento? …si Dios existe ¿cómo puedo conocerle?, rondaban mi corazón y mi mente. En esa época participé en círculos políticos y culturales, donde por primera vez conocí una realidad distinta a la mía; la pobreza extrema. Al egresar del liceo aún sentía el llamado de tomar un camino diferente del resto.
La música, la pintura, la poesía, las improvisadas ollas comunes en ayudas de los necesitados de mi barrio, trataban de mitigar el hambre y sed de eternidad, que sin saberlo, gravitaban en mí ser.
Como es de suponer estos intentos por saciar la creciente sed de trascendencia y sentido, comenzó a producir una gran vacío, angustioso, insaciable; el cual se manifestaba en ira, frustración, e incluso pensamientos de suicidio.
Con mi grupo de amigos y compañeros comenzamos a leer a Platón, Nietzche, Shopenhauer, literatura Metafísica, etc.; en vez de encontrar respuestas, más crecía mi vacío y necesidad de un cambio de vida.
En eso estaba cuando Dios se ¨cruzó¨ en mi camino. Esa es la verdad, yo no lo buscaba, jamás puse un pié en una iglesia, ni evangélica ni católica; para mí, si Dios existía no estaba ahí.
Jamás pensé que el mismísimo Dios de la Biblia llenaría totalmente mi ser.
Esta experiencia gloriosa sucedió el 20 de junio de 1992.
Jacqueline una amiga hippie con quién más de una vez nos ¨volamos¨, fue a mi casa ése sábado. Llamó a la puerta, al abrirla me sorprendí que la flaca (como todos le decían) me visitara a mí, siendo que no le caía muy bien. Yo nada tuve que decirle. Fijando sus vibrantes y negros ojos en mí me habló de Dios, de su amor para con el mundo, de Jesús, del Espíritu Santo, de la paz que sobrepasa a todo entendimiento, del perdón, de su inmensa alegría de haber encontrado a sus tiernos diecisiete años, lo que yo tanto había buscado: El sentido a la vida.
Sin darnos cuenta cayó la noche, y ella seguía deleitando mi alma con sus sencillas y claras palabras. Esta es una historia que nunca acabará, nací de nuevo; me decía, estremeciéndose todo mi cuerpo con la convicción de sus palabras. Ya casi sin aliento le pedí que me invite a sus reuniones.
Al día siguiente, domingo, desperté pasadas las dos de la tarde, sin acordarme de nada de lo que había sucedido. Esa tarde Jaime y el chico Alexis me fueron a buscar para que leyera uno de mis poemas de crítica social (que más que profundos eran bastante irónicos y anarquistas) en la campaña a alcalde de nuestra comuna. Sin vacilar los acompañé. Subí al estrado, leí y bajé; como de costumbre pasé sin pena ni gloria.
Al llegar a casa estaba Jacqueline esperándome para que la acompañara a esa reunión cristiana. Tomamos un bus y llegamos a la sede cultural de la comuna de la Cisterna.
Para mi extrañes no era ni una iglesia ni capilla. Al entrar, lo primero que me llamó la atención fue la gran cantidad de jóvenes que estaba en la sala. Sin saber porqué sentía una gran lucha en mi interior, me senté en el último asiento, al fondo, y escéptico esperé que comenzara la función.
Se pusieron de pie varios jóvenes, y contaron sus experiencias, como habían conocido al Señor Jesús. La alegría lleno la salita, hasta yo me sentí incitado a palmear los entusiastas ritmos de las canciones. Nos sentamos y un joven con Biblia en mano comenzó a predicar el evangelio: Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres Yo soy el camino y la verdad y la vida.
Esas palabras como ráfagas golpearon mi corazón. Yo me resistía. Una suave corriente comenzó a invadir mi cuerpo. Al terminar su discurso el evangelista nos invitó a levantarnos. Me que dé sentado, absorto, ausente. Me pareció ¨oír¨ una voz, no era audible, era como una idea ... la muerte es seguir viviendo de la misma manera que hasta hoy; la vida consiste en darle una oportunidad a Dios.
Me puse de pie, bajé mis brazos, apreté rápidamente las manos, todo mi cuerpo tiritaba, era como si un escalofrío me recorriera. Cerré mis ojos todo sonido externo me parecía lejano. Sin darme cuenta estaba con mis dos brazos levantados rectamente hacia el cielo. ...Dios si eres real, entra ahora a mi corazón y dame una nueva vida... musité con mis labios.
Cuando abrí mis ojos, dos ¨ hermanos ¨ (ambos jóvenes) estaban junto a mí, con sus ojos cerrados elevaban oraciones por mí. El evangelista elevó su voz, y un silencio soñado se apoderó del auditorio. ...¨ ¿Hay alguien que desee recibir a Jesús como su Señor y Salvador ?¨_ preguntó. El silencio lo rompió la quebrada voz de Sandra una joven pequeña de estatura que con sus húmedos ojos se abrió camino hacia el orador. Alejandro, el evangelista dirigió su mirada hacía mí con voz fraterna me invitó a unirme a ese improvisado grupo de oración formado por nosotros tres.
Al terminar todos los presentes aplaudían y a viva voz agradecían a Dios por ese gran milagro que ante sus ojos estaba sucediendo. Uno de los jóvenes que estaba cerca de mí con un librillo del evangelio de Juan me invitó salir por un momento. ¿Quieres decir algo? o ¿quizás gritar?
_ me preguntó. Asentí con mi cabeza y sin importarme absolutamente nada inspiré aire y al abrir mi boca un fervoroso ¨ Gracias, gracias Dios ¨, inundó la placita del recinto.
Camino a casa Jacqueline iba en silencio con una visible sonrisa en sus ojos. Yo, con el paraguas entre manos pensaba.
De repente recuerdos se presentaron. (Cuando era pequeño, solíamos ver en la televisión las historias bíblicas de Abraham, Moisés, Jacob, etc.) vi claramente la imagen de la mujer de Lot convertida en estatua de sal por mirar atrás.
Eso es, pensé, la decisión que he tomado esta noche es para siempre; no debo mirar mi pasado, es el deseo de Dios que eso quede bien enterrado y ahora ponga todas mis fuerzas en seguirle ¨.
Continuamos caminando, ahora con mi voz entre cortada por el frío le dije a la ¨ flaca¨: ¨y pensar que ahora tengo una gran misión ¨, ella asombrada y alegre asintió con su cabeza.
Al llegar a casa un gozo indescriptible hinchaba mi corazón. Pase al ¨ living y salude a todos con un beso en la mejilla (algo muy raro en mí). Subí las escaleras y saqué la Biblia de mi madre que estaba en su ropero, le sacudí el polvo y la apreté contra mi pecho, como quién ha encontrado un amado tesoro.
Esa noche la pase casi en vela, pensando en los hechos del día y una investigadora lectura al evangelio de Juan.
Sin duda lo que pasó esos días no fue una experiencia ordinaria, fue trascendente. No tuve visiones, ni apariciones en sueños, ni voces; sino un convencimiento de quien yo era, para que había nacido; en fin, las respuestas que siempre había esperado.
A partir de esa fecha no volví a ser el mismo. La presencia del Dios invisible si hizo muy real para mí. Siempre con el Nuevo testamento en mi bolsillo, lo leía camino a la universidad, en las micros, en las esquinas entre mis amigos.
Esa misma semana dos días después, asistí por primera vez a un hermoso Templo Cristiano Protestante, la iglesia Nueva Vida donde comencé a vivir mi vida cristiana junto a cientos de hermanos, que me recibieron como uno más; dándome su amor, cariño y cuidado espiritual. Inmediatamente me uní a los grupos de misioneros, donde íbamos a las calles, al paseo ahumada, a los patios de las universidades a dar testimonio público de nuestra fe. Por supuesto que no faltaban los que nos criticaban y nos gritaban ¨canutos¨, ¨rayados¨ ; en realidad nunca me importó, lo único que valía y vale hoy para mí es que he conocido en forma experimental a Dios y lo he visto obrar en la vida de miles de personas.
Actualmente soy Pastor fundador de Iglesia MACC en Chile, en la ciudad de Puente Alto de Santiago de Chile.
He querido compartir contigo esta experiencia muy personal y hermosa, para animarte a acercarte a Dios. EL te está esperando con brazos abiertos; sin embargo como no lo conocemos en realidad nos pasamos la vida creyendo que estamos bien con él sin siquiera preguntarle. Hoy es una buena oportunidad de que tú busques tener tu propia experiencia con el Padre celestial.